
Hoy he estado con una amiga a la que le he hecho consulta varias veces....
Sufría desde hacia años de dolores menstruales, inflamación abdominal, ardor de estómago y malestar.
Hace unos meses comenzó a seguir las pautas dietéticas que le dí y sus síntomas mejoraron enormemente, el dolor menstrual, que antes practicamente la incapacitaba, disminuyó tanto que le permitia hacer una vida normal y dejar los calmantes que antes tomaba. Ademas apenas sentía ardor de estómago, las bolsas bajo los ojos se suavizaron considerablemente y en general su nivel de energía y vitalidad aumentó considerablemente.

Unos tres meses después de comenzar a comer con mis pautas dietéticas, tuvo un episodio de fiebre, debilidad y pensó que le estaba sentando mal la nueva dieta pues tras la enfermedad el cuerpo le pedia carne, fritos y comida chatarra, con lo cual dedujo que le faltaban nutrientes... Desde entonces a pesar de no hacer ya una dieta muy limpia, sigue sintiendose mejor que antes de comenzar y los dolores menstruales y el estómago continúan mejor.
Veo muchas veces casos parecidos al de mi amiga, cuando el cuerpo crea un episodio de limpieza, tras unos meses de buena comida, las personas piensan que algo falla, que no deberían ponerse "enfermos" con una dieta tan sana y mucha gente abandona las prácticas que estaban comenzando.

En mi opinión, hay que dejar tiempo al cuerpo para que elimine lo viejo antes de nutrirse, y veo que la paciencia es una cualidad no muy común hoy en dia. Tras años de mala alimentación y achaques diversos, el cuerpo necesita crear descargas intensas para movilizar todos esos residuos acumulados y muchas veces la mejor manera es guardando reposo con una fiebre, creando mucosidad, a veces dolores de cabeza o cualquier otro síntoma. Con paciencia estos episodios pasan pronto y se puede empezar a disfrutar de verdad de la energia y salud que todos ansiamos tener.
Nuestros cuerpos están vivos, necesitan tiempo para readaptarse a lo nuevo, y un cambio en la alimentación a veces supone un desgaste grande para el organismo, pero a la larga merece la pena, con paciencia y un buen terapeuta que te oriente, descubrirás la verdadera salud.
Animo