
Sufría desde hacia años de dolores menstruales, inflamación abdominal, ardor de estómago y malestar.
Hace unos meses comenzó a seguir las pautas dietéticas que le dí y sus síntomas mejoraron enormemente, el dolor menstrual, que antes practicamente la incapacitaba, disminuyó tanto que le permitia hacer una vida normal y dejar los calmantes que antes tomaba. Ademas apenas sentía ardor de estómago, las bolsas bajo los ojos se suavizaron considerablemente y en general su nivel de energía y vitalidad aumentó considerablemente.

Veo muchas veces casos parecidos al de mi amiga, cuando el cuerpo crea un episodio de limpieza, tras unos meses de buena comida, las personas piensan que algo falla, que no deberían ponerse "enfermos" con una dieta tan sana y mucha gente abandona las prácticas que estaban comenzando.

Nuestros cuerpos están vivos, necesitan tiempo para readaptarse a lo nuevo, y un cambio en la alimentación a veces supone un desgaste grande para el organismo, pero a la larga merece la pena, con paciencia y un buen terapeuta que te oriente, descubrirás la verdadera salud.
Animo
La verdad es,que,es,duro al principio, pero si se es constante y paciente, los efectos beneficiosos se ven pronto! Y cada día es más,fácil vencer la tentación de dulces o café. Yo cada día, me levanto mejor!!
ResponderEliminarEs cierto, los cambios siempre requieren un esfuerzo. Pero cuando ya te has adaptado a sentirte mejor, luego no deseas volver a lo de antes, en general necesitamos mínimo un año para limpiar lo mas "gordo" y luego poco a poco seguiremos nutriendonos de verdad y desechando lo viejo que no nos hace falta.
ResponderEliminarSi estas a tenta a ti misma, es un proceso maravilloso de autoconocimiento.
A veces lo mas duro es cuando te juntas con amigos o familiares, cuesta dejar de comer lo que siempre has comido con ellos y muchas veces los demás no lo entienden, para esas ocasiones yo reservo los alimentos que no consumo habitualmente, siempre y cuando no sean muy a menudo.
ResponderEliminarAlgunos alimentos como azúcar o lácteos o aditivos tóxicos, ya no los consumo ni siquiera por compromiso social, ya me di cuanta de lo mal que me sientan y no los deseo en mi cuerpo.