La sal de la vida

En los ultimos años hemos oído un debate interminable sobre el uso de la sal en la alimentación. Si bien hay consenso en que un exceso de sal es la causa de múltiples problemas, muy pocas veces nos explican qué es exactamente la sal marina que encontramos en los supermercados.
Durante miles de años la humanidad ha utilizado la sal marina integral en su alimentación, esta sal poco tiene que ver con la sal marina común, que consta en un 99 por ciento de cloruro de sodio, a la cual tambien se le han añadido ablandadores químicos, ioduro de potasio y azúcar(desxtrosa) para estabilizar el iodo.
La sal marina integral es ligeramente gris, a veces esta humeda y apelmazada y tiene cristales mas grandes y polvillo mezclados.
La sal tiene una actividad descendente, nos pone los pies en la tierra, y es notablemente fortalecedora, hasta el punto de crear hostilidad si se usa excesivamente.
 En las dimensiones del mundo externo, la sal permite enfocarnos mas claramente en el reino material y un exceso de sal puede volvernos avariciosos.
La sal es calentadora y dirige la energia hacia el interior y la pate baja del cuerpo, por lo tanto es ideal para los climas frios, pero como todos los alimentos extremos, sus cualidades cambian al extremo contrario si se abusa de ella y puede darnos mucho frio si la consumios en exceso pues contraerá nuestros vasos sanguíneos y tendremos menos riego hacia las zonas externas del cuerpo.
Hoy en dia la gente de la vida moderna occidental suele sentir predilección por lo salado, esto es normal pues a la sal de mesa común se le han despojado de mas del 70 por ciento de sus minerales y el cuerpo se antoja de sal en un intento por encontrar lo que no obtiene. Debido a que la vida se originó en el mar, nuestra sangre se verá bien nutrida si consumimos sal marina no refinada.
Es importante que las personas que consumen habitualmente productos animales restrinjan su consumo de sal, ya que el sodio de estos alimentos es mas que suficiente para las necesidades diarias, de ahí que muchas personas no consigan bajar su presión arterial alta aunque restrinjan el consumo de sal si no reducen su consumo de carne, lacteos y productos animales.
Normalmente una pizca de sal marina es buena para la cocción de cereales y legumbres, ya que alcaliniza la acidez de estos alimentos. Tambien puede sustituirse la sal en la coccion por un poco de algas marinas.
Hay que tener cuidado de no caer en el equilibrio precario de consumir mucha sal o sodio y luego bebidas azucaradas, cerveza, grasas, harinas refinadas o exceso de líquidos, tened en cuenta que nuestro cuerpo siempre tenderá a equilibrarse.